Se llamó Empalme Lacroze. Luego Fátima. Paradójicamente debe su nombre a la virgen de las llamadas apariciones. Esa ciudad al costado de la ruta 8 en Buenos Aires, justamente, que fue centro de unas de las más crueles desapariciones.
En el día de hoy de 1976, a las 4 de la mañana se dinamitaron los cuerpos de 30 detenidos desaparecidos durante la última dictadura civico-militar.
Antes del aberrante final, estaban detenidas ilegalmente en la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal -conocida como Coordinación-, fueron trasladadas hasta el kilómetro 62 de la ruta 8, en Fátima, Partido de Pilar. Allí se les disparó con un arma de fuego en la cabeza, y luego se hizo detonar un artefacto explosivo que esparció los cadáveres en un radio de treinta metros.
Las víctimas identificadas en ése momento o al poco tiempo fueron: Inés Nocetti, Ramón Lorenzo Vélez, Angel Osvaldo Leiva, Alberto Evaristo Comas y Conrado Alzogaray. Con posterioridad gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense fueron identificados hasta la fecha: Susana Elena Pedrini de Bronzel, José Daniel Bronzel, Selma Julia Ocampo, Haydeé Rosa Cirullo de Carnaghi, Carmen Carnaghi, Norma Susana. Fontini, Jorge Daniel Argente, Horacio Oscar García Gastelú, Juan Carlos Vera, Carlos Raúl Pargas y Ricardo José Herrera Carrizo.
La identidad de los 14 restantes aún no fue determinada. Por esos 14 compañeros todavía hay familias buscando. Por los 30 asesinados en Fátima, aún tenemos memoria. Una placa en el lugar recuerda los nombres de los asesinados, dejando en blanco el espacio de los que no fueron identificados aún. Si sos creyente, a Fátima precisamente, pedile por la aparición...
Marcelo J. Silvera
(c) Permitida la reproducción citando la fuente: (texto y link) PrensArte ComunicAcciones Culturales- http://www.prensarte.com.ar/
Citar la fuente no te hace menos periodista, sino mejor persona
0 comentarios:
Publicar un comentario